Es Marzo, un pequeño pueblo turístico costero en plena temporada alta; azotada por la crisis parece desierto.
Todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por dicha, llega un Canadiense forrado y entra en un pequeño hotel con encanto. Pide una habitación.
Pone un billete de $100 en la mesa del recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero.
El carnicero coge el billete y corre a pagar su deuda con el criador de cerdos.
Éste se da prisa a pagar lo que le debe al proveedor de alimento para animales.
El del alimento coge el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con la prostituta a la que hace tiempo que no paga. En tiempos de crisis, hasta ella ofrece servicios a crédito.
La prostituta coge el billete y sale para el pequeño hotel donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado.
En este momento baja el Canadiense, que acaba de echar un vistazo a las habitaciones, dice que no le convence ninguna, coge el billete y se va de la ciudad.
Nadie ha ganado un cinco, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza!
Thursday, December 16, 2010
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